En cuanto a la parte ciclo, encontramos una moto muy bien acabada en todos los sentidos. Unos componentes de primera calidad que marcan la diferencia respecto a sus rivales. En primer lugar, monta un chasis tubular combinado con un basculante de acero que, además de ser más resistentes y dar un plus de seguridad al conductor durante el pilotaje, dotan de carácter y personalidad al conjunto. Asimismo, en términos de suspensiones, la Aventura 125 lleva de serie una horquilla invertida delantera y cuenta con un mono amortiguador trasero con botella de gas separada. En relación con su sistema de frenado, destacan tanto en la parte delantera como en la trasera unos discos de freno Wave —el disco delantero monta una pinza de doble pistón— que, junto a su sistema CBS, proporciona al piloto un tacto y una sensación de frenada realmente eficaz.
Respecto a sus dimensiones, estamos ante una motocicleta ágil y fácil de conducir en cualquier situación. Es un modelo que se puede adaptar perfectamente a cualquier nivel de conducción y perfil, con una sensación de maniobrabilidad muy buena al tratarse de una moto relativamente baja con una altura del asiento de aproximadamente 780mm—recordemos que las Trail suelen tener una gran distancia entre ejes y una mayor altura—. Por esa razón, podría catalogarse como un vehículo apto para todos los públicos. Por último, pese a ser una moto altamente preparada para ser conducida en cualquier tipo de vía, no debemos olvidar el gran valor que puede aportarnos el equipamiento que trae de fábrica: un display con pantalla LCD, cubre cárter, una gran parrilla trasera para poder colocar un top case en caso de necesidad, indicador de temperatura y de punto muerto e intermitentes led. Además, como opcional, Rieju ofrece la posibilidad de añadir un paramanos si así lo desea finalmente el cliente.
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